Cuando no puedas dormir, y si eres una persona impaciente, recuerda este Salmo, te
ayudará a examinar tu relación con Dios. Medite en el Salmo 4:8 "En paz me acuesto y me duermo, porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado"
Una persona enferma, necesita ayuda, comprensión, cariño y cuidado. Dios protege
nuestra vida, nos da salud, y permite la enfermedad para que examinemos nuestra conciencia y mejoremos nuestra relación con el Señor.
Dios atiende al clamor del justo, por esta razón uno puede orar con toda confianza al
Señor. El otro día, pasaba por un lugar oscuro y solitario, y allí oré "Señor líbrame del peligro", de pronto, aparecen dos hombres de color, uno con un gran
puñal me dijo que era un asalto, me pidió el reloj; pero ventajosamente hable del Señor y que era Pastor y los ladrones corrieron como ratón asustado. El Señor
me libró de los malvados.
Cuando se enojen, cuando las cosas no le salgan bien, cuando los que están en el poder
se corrompen, cuando no pueda dormir, es hora de buscar a Dios, es hora de tener tiempo con Dios y adorarle.
Cuéntele al Señor, confesando su ofensa, su afán, su insomnio; cuente a Dios su crisis
y problema y desahogue en Él y confíe plenamente en el Señor.
Dios responde a nuestro clamor, por su gracia y no por méritos propios ni por
penitencias, ni ayunos, ni por ser siervos de él, sino por la gracia de nuestro Señor Jesucristo, en el poder del Espíritu.
Una espiritualidad que considera la vida piadosa, con las buenas obras, al servir al
necesitado, y buscar a Dios para confiar en las pruebas, es vital para crecer en la vida cristiana.
Considere su relación con Dios, como sirve a los subalternos, a su jefe. Gobernante
practique la justicia y usted duerma como un niño si confía en Dios, sino puede, confiese su crisis y descanse en el Señor.
Padre, en paz me acuesto, porque confío mi crisis a ti...
"Mi Tiempo con Dios"
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